Muy a menudo aun el más
grande amor termina por
simples vanalidades,
por insignificancias ridículas.
Rima L
Lo que el salvaje que con torpe mano
hace de un tronco a su capricho un dios,
y luego ante su obra se arrodilla,
eso hicimos tu y yo.
Dimos formas reales a un fantasma,
de la mente ridícula invención,
y hecho el ídolo ya, sacrificamos
en su altar nuestro amor.
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de la mente ridícula invención,
y hecho el ídolo ya, sacrificamos
en su altar nuestro amor.
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