jueves, 1 de enero de 2009

Gustavo Adolfo Bécquer - rima XLIV

By
Es imposible que los ojos
de la mujer amada nos
mientan, no hay secreto
en sus pupilas que se pueda
ocultar al enamorado
y mucho menos al poeta.


Rima XLIV

Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo;
¿a qué fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos?


¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira!
Ya ves: soy un hombre... ¡y también lloro!

Disfruta de más poemas de Gustavo Adolfo Bécquer

Grandes poemas

Entradas populares